. . . . . . . . . . . . .INEVITABLE. . .

Me odio y arrojo al precipicio de la angustia
Por ti, manipulador maldito,
Y aunque desesperada apriete a mis emociones
Ellas huyen al horizonte de lo incontrolable.
Por ti, manipulador maldito,
Y aunque desesperada apriete a mis emociones
Ellas huyen al horizonte de lo incontrolable.
Me hastía el que tú como una rata me carcomas
Y yo caiga en tu túnel infinito
Donde tu ausencia se vuelve pesadilla
Y yo descubro que aún te pertenezco.
Pues mi corazón enviciado se consume
Desquiciadamente de necesitarte
Y me ahogo entre paredes que se oprimen
Permitiendo libertad abandonarme.
Pero a ser solo rabia exprimida
Mejor inyecta tu droga en mi sangre
Pues a pesar de que fragmentes mi armonía
Prefiero amar a odiar lo inevitable.
Y yo caiga en tu túnel infinito
Donde tu ausencia se vuelve pesadilla
Y yo descubro que aún te pertenezco.
Pues mi corazón enviciado se consume
Desquiciadamente de necesitarte
Y me ahogo entre paredes que se oprimen
Permitiendo libertad abandonarme.
Pero a ser solo rabia exprimida
Mejor inyecta tu droga en mi sangre
Pues a pesar de que fragmentes mi armonía
Prefiero amar a odiar lo inevitable.
Lo escribí hace algún tiempo,
basado en algo afortunadamente ya superado.